lunes, 8 de agosto de 2011

Tassili n’Ajjer. Un lugar enigmático.

Tassili n’Ajjer. Un lugar enigmático.

Versión del Guión Radial de Isabelita Herrera

Existen lugares en el mundo que por su nombre o por las condiciones extremas que en ellos se dan, parecen exentos de todo el encanto y misterio que proporciona una rica historia, con el Sahara esto no sucede. En otro tiempo, hace unos 8 mil años, lo que hoy es el desierto más grande del mundo, fue una zona fértil, donde se cultivaba mijo. Los agricultores abandonaron sus tierras a medida que el territorio se fue volviendo más seco y apareció el fenómeno de la desertización. Pero el Sahara o Sájara, como lo pronuncian los árabes, es mucho más que una referencia geográfica, es una historia milenaria cargada de leyendas, mitos, de inexplicables vestigios de civilizaciones también inexplicables y de inciertos orígenes. Uno de los mayores espectáculos que un ojo humano puede contemplar es adentrarse en las dunas del desierto para observar la puesta de Sol. Tonos ocres parecen derramarse desde el cielo impregnando todo cuanto te rodea, mientras, el horizonte queda pintado por el color marrón claro de la arena. Es bello y tenebroso a la vez comprobar cómo la aparente ausencia de vida puede crear un cuadro tan maravilloso. Un proverbio Tuareg dice: “Con el desierto ante ti, no digas qué silencio, di, no oigo.” Y cuánta sabiduría encierra, porque al desierto hay que escucharlo para que te cuente su historia y sus misterios. Te invito a que me acompañes, juntos indagaremos en la historia y misterios de la Meseta del Tassili.

El desierto del Sahara, el más extenso del mundo, con sus más de 9 millones de kilómetros cuadrados se extiende desde las cordilleras del Atlas al Norte, hasta el Sudán al Sur, y desde Egipto al Este, hasta el Océano Atlántico al Oeste. Este desierto ocupa los territorios de Argelia, Túnez, Marruecos. También los de la República del Sáhara Occidental, Mauritania, Níger. Además domina los territorios de Libia, Egipto y Chad. El Sahara es un lugar difícil para cualquier tipo de investigación arqueológica o científica

Hoy en día en el desierto de Sahara, un calor sofocante va seguido a veces de un frío intenso. Se desatan vientos muy violentos cargados de polvo y arena que barren todo cuanto no está sujeto; y seca la vegetación. Los vientos son seguidos por largos períodos de calma absoluta. En el gran desierto, se hallan los lugares más calurosos de la tierra, con temperaturas entre 56 y 76 grados Celsius a la sombra, pero en la noche se enfría con rapidez, lo que provoca una muy marcada amplitud térmica. La humedad relativa suele ser inferior al 10% y en algunos lugares llueve una vez cada 10 años. Sólo hay registro de que haya nevado una vez en el Sahara y fue el 18 de febrero de 1979, en el sur de Argelia, sucedió a mitad de la noche. Los vientos del desierto son principalmente los Alisios del nordeste y del oeste, en los lugares más próximos al Atlántico.

A pesar de sus condiciones extremas y de las dificultades que representan para la investigación arqueológica, el desierto de Sahara ha develado algunos de sus misterios. A propósito, no te he dicho que Sahara, es una palabra de origen bereber que significa "tierra dura". Por cierto, Bereber, es el nombre que reciben la lengua y algunos pueblos no árabes que habitan grandes zonas del norte de África. A lo largo de los siglos, los bereberes se han mezclado con numerosos grupos étnicos, sobre todo árabes; por ello, actualmente se les distingue más por los rasgos lingüísticos que por los raciales.

La enigmática y misteriosa Meseta de Tassili, en el sudeste argelino, es un área montañosa en pleno desierto. Su punto más alto es Adrar Afao, con 2158 metros sobre el nivel del mar. La ciudad más cercana es Djanet, situada a 10 kilómetros al sudoeste. Gran parte de Tassili está protegida, tanto por su interés natural, debido a los bosques de cipreses del desierto, como por el interés arqueológico. Está catalogada como Parque Nacional, Reserva de la Biosfera y Bien Natural y Cultural del Patrimonio Mundial de la Humanidad. Los terrenos de este paraje son de arenisca y la erosión a que está sometida la superficie conforma un total de más de 300 arcos naturales rocosos, así como muchas otras estructuras de curiosas y de llamativas formas.

En la Meseta de Tassili, debido a su altitud y a la capacidad de retención de agua de la arenisca, la vegetación difiere de forma significativa de la del desierto circundante. Entre las especies que cubren la superficie arbolada, existen dos especies endémicas y amenazadas, el ciprés y el mirto del Sahara. El nombre bereber de este monumento natural viene a significar algo así como "meseta de los ríos", lo que te da la idea de que en un tiempo no demasiado remoto, el clima y por tanto los ecosistemas de la región eran bastante más húmedos que en la actualidad. El sitio más característico e identificativo de la región es el matorral de montaña del Sahara Occidental.

Tassili n’Ajjer, es el nombre árabe de la meseta del sureste de Argelia, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1982 por la UNESCO. La zona, que se caracteriza por paisajes escarpados de gran belleza, es rica en pinturas rupestres, con imágenes abstractas y naturalistas que varían desde toscos dibujos a sofisticadas pinturas. Los temas incluyen, animales, como elefantes y jirafas, que en la actualidad solo habitan y se pueden ver en las regiones de la sabana africana y parece que en tiempos remotos también habitaron allí. Entre los temas de las pinturas rupestres hay cazadores y pastores con animales domésticos. Algunos expertos creen que las pinturas, cuya datación es muy difícil precisar, representan escenas de la historia del desierto del Sahara de los años 6000 al 1000 antes de Cristo, aproximadamente, cuando la región tenía un clima más húmedo del que tiene actualmente.

Con más de 15 000 muestras de pintura y grabado rupestre, ésta región es sin duda alguna, una de las más importantes y ricas en manifestaciones artísticas procedentes del Neolítico. Estas pinturas nos dan una fiel idea de la evolución de la fauna y de las costumbres humanas en esta región desde hace más de 8000 años, hasta las primeras centurias de nuestra era.

En 1933 fue dada a conocer al mundo la existencia de miles de pinturas en la zona, datadas de entre diez mil y 4 mil años, ellas representaban escenas muy reales de la vida cotidiana así como abundantes representaciones de la fauna existente en esa árida zona, cuando lo que más tarde sería el desierto del Sahara, era todavía un vergel.

Junto con las escenas cotidianas de las pinturas rupestres, con músicos, danzarines, se entremezclan otros seres de aspecto realmente anómalo y totalmente diferenciado del resto de los personajes que aparecen en las imágenes, en actitudes igualmente extrañas. Y es aquí cuando empieza la polémica.

Junto a las pinturas rupestres de la vida cotidiana del Sahara milenario, aparecen otros seres de aspecto realmente anómalo y en actitudes igualmente extrañas. Numerosos "cabezas redondas" y "voladores" se entremezclan con los nativos, perfectamente reconocibles, o sobrevuelan entre animales, se destaca el ser, bautizado por el científico Henri Lhote, como “El Gran Dios Marciano”, de seis metros de altura, con un solo ojo y extraños ropajes; y una escena que se conoce como “El Rapto”, donde un "cabeza redonda" conduce, sin forzar a ninguna, a cuatro mujeres hacia un extraño objeto circular. Cualquier cosa que se diga respecto a las pinturas suena a especulación y a teoría extravagante, sin embargo tales calificativos serían aventurados, pues esta zona del mundo sigue siendo un misterio para los investigadores históricos, sobre todo la etapa en que se supone que fueron realizadas las pinturas del Tassili.

El Sahara ha dado y sigue dando alguna que otra sorpresa. Sería repetitivo ahora hablar de la milenaria cultura egipcia. Aunque eso sí, no está nunca de más recordar que, gran parte de la obra del antiguo Egipto sigue enterrada entre las ardientes arenas del Sahara.

Aunque hoy el Sahara te parezca una gran barrera, no ha sido así a lo largo de la historia. Además de la gran obra imperio Egipcio, sepultada bajo las arenas del Sahara están numerosos vestigios del comercio transahariano que empezó en el año mil antes de Cristo, cuando se atravesaba con bueyes, carros y carretas. No olvides que a lo largo de milenios, numerosas rutas cruzaban el desierto y unían los reinos africanos con los puertos del norte de África, en los tiempos en que los principales productos comerciales eran el oro y los esclavos hacia el norte, y la sal de las minas del Sahara, a cambio de las conchas de cauri, principal unidad monetaria.

Numerosa es la literatura de consulta y de ficción que habla acerca de esta intrigante zona del mundo. Entre la literatura de ficción, te invito a que leas las novelas Sinuhé el egipcio, de Mika Waltari; El ladrón de Tumbas, de Antonio Cabanas o El Ocho, de Katherine Neville, hay muchos más, todos libros de entretenimiento que puedes aprovechar el tiempo de vacaciones para leer, pues en ellos encontrarás referencias a lugares, personajes y sucesos que te llevarán inevitablemente a la lectura de otros libros.


Fuentes: Ralph Turnes. Grandes Culturas de la Humanidad.
Enciclopedia UTHEA.
La Meseta del Tassili. Leyendas y hallazgos arqueológicos.
Historia del Norte de África.
Camps, Gabriel. Los bereberes: de la orilla del Mediterráneo al límite meridional del Sáhara.
Ghirelli, Angelo. El país berebere: contribución al estudio de los orígenes, formación y evolución de las poblaciones de África septentrional.
Hart, David Montgomery. Estructuras tribales precoloniales en Marruecos bereber, 1860-1933: una reconstrucción etnográfica en perspectiva histórica.
Los Tuaregs. El Misterio de su Origen


Si deseas escuchar este u otros temas interesantes, puedes sintonizar el espacio “Cambiando de Tema” por las frecuencias de Radio Ciudad de la Habana, en los 8,20 AM o los 94,9 de la FM.
De lunes a viernes desde las 23:30 a las 23: 55, hora de Cuba.



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