"Que la tierra se vaya haciendo camino ante tus pasos; que el viento sople siempre a tus espaldas, que el sol brille cálido sobre tu cara; que la lluvia caiga suavemente sobre tus campos y; hasta tanto volvamos a encontrarnos, que Dios te guarde en la palma de sus manos". Con estos deseos que se formulaban a los peregrinos en el Medioevo quiero comenzar el año. Y quiero comenzarlo con la íntima confianza en que el futuro siempre será mejor que el pasado y, cuando ese futuro se convierta en pasado, podremos alegrarnos porque, entonces habremos logrado, si no el paraíso, por lo menos un mundo mejor para todos.
Para alcanzar ese deseo inicial y antiguo, es necesario que tengamos un planeta donde vivir, hagámonos desde este enero de 2010, el propósito de que cada uno desde su oscuro rinconcito ponga todo su empeño en mejorar el medio ambiente, ese donde vivimos, el que legaremos a nuestros descendientes cuando nos marchemos. No bastan los propósitos, hacen falta las acciones. Mañana será demasiado tarde.
Nadie vendrá a salvarnos desde otro planeta o galaxia, o nos salvamos ahora, o pereceremos irremisiblemente. Hagamos lo posible para que la tierra se vaya haciendo camino ante nuestros pasos; para que el viento sople siempre a nuestras espaldas; para que el sol brille cálido sobre nuestros rostros; para que la lluvia caiga suavemente sobre nuestros campos; y así y solo así, Dios nos guardará en las palmas de sus manos.
Me sumo a la utopia de tu deseo amiga..., pero tal vez no pase de ser eso, una hermosa utopia. Sueño dificil de lograr en un siglo convulso como el que estamos viviendo.Ojalá y la humanidad en su totalidad reaccione y sea capaz de hacer sacrificios para ofrecer a las generaciones futuras un mundo mejor.
ResponderEliminarHoy enero 2019 leí su artículo gracias eno todos los Universos.
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